En las montañas de Ecuador los científicos Eduardo Shimburi y Scott Shaw descubrieron una nueva especie de avispa y que su larva produce el mismo "conteo" de las caderas de Shakira y decidieron bautizarla con el nombre de Aleiodes Shakirae en honor a la colombiana.
En concreto, los investigadores observaron que las hembras de esta nueva especie de avispa inyectan sus huevos fertilizados en numerosos ciempiés que pronto acaban convirtiéndose en ingenuas víctimas. Las larvas empiezan a comerse sus tejidos desde el interior y, a través del movimiento que les sirvió de inspiración para ponerle el nombre, acaban saliendo a la superficie.